miércoles, 16 de julio de 2014

13 Calacas y dos Muertos





















































Exposiciòn gráfica y arte objeto
Presenta: Carlos Landini

Exponentes: Francisco Javier Galván Olivares y Juan José Lueza Ruiz.
Inauguración: Jueves 10 de Julio de 2014. 7:29 pm. 
17 Sur 3105 Col. Volcanes. telefonos: 4 03 69 89 - 4 03 69 90

"13 calacas y dos muertos"
Allí en la barra de un utópico bar donde los justos descansan, el barman barroco presentó al Muerto Zaratustra con Malasmuerte el Paquito, la amistad surgió por sus necróticas imágenes plásticas, ambos autodidactas del arte y apasionados por las calaveras, odiando que a ese sagrado receptáculo de ideas se le llame vulgarmente “calaca”. Deciden pues, demostrar que el arte surge cuando la palabra no alcanza o meramente cuando solo surge la necesidad de hacerlo por que no hay que decir nada, sin pretensiones de demostrar pero si de mostrar sus últimos trabajos surgen “13 calacas y dos muertos”, quizá sólo por seguir contando historias en la misma barra.
Juan José Lueza Ruiz nació en la ciudad de Puebla el 12 de julio de 1981, conocido como el muerto por aquellos a que ha tatuado o perforado, se auto designa Zaratustra. Vende colchas y sabanas, quizá mas de una de ella ya sea mortaja. Hijo de padres artistas, él finísimo pintor finado, ella escultora. Fijo al mínimo detalle de la cartografía ósea, dice dibujar desde que tiene uso de razón. Su obra nos lleva a veces al trazo y detalle renacentista otras se cruza por el surrealismo. Lápiz esmerado, maduro en la experimentación, paciente dibujo que impacienta al espectador, trazo que otorga esa fascinación que convierte el morbo en observación y contemplación.
Francisco Javier Galván Olivares, Poblano achilangado, perdió la razón al nacer casi muerto un 4 de febrero de 1983, conocido por la banda como “El Paquito” de tanto rodar con su suerte por noches de mala muerte se le quedo “malasmuerte”. Desde niño sintió fascinación por la muerte. Profesor calavera de criminología, sociología y otras hierbas asociadas con el discurso el miedo y la muerte. De padre catedrático, histórico historiador y madre que antes de partir a ausencia le enseñara la pasión por el tango y la estética mortuoria. Desesperado en el dibujo en blanco y negro, pues no ve bien los colores, traza en las barras de los bares. Brincotea del dibujo al arte objeto a la poesía. Su obra un tanto naïf, a veces salvaje, no transgrede pues no se ha ceñido a corriente alguna. Olvida todo, incluso cuando comenzó a dibujar.
La presente exposición cuenta con 10 obras bidimensionales y 3 de arte objeto, contrastan las técnicas pero el eje es la calavera, meramente porque así lo sea, por querer y poder, por ser y estar, así como cuando decimos “calaca”, como niños sin pensar pero dejando mil cuestionamientos de la paradoja de la palabra que se dice por decir y esconde la belleza de lo innombrable. Pero los muertos no hablan, dialogan, pero no hablan.

Texto de: Francisco Javier Galván Olivares
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